Me he puesto a escribir con la mirada en los renglones curvos de tu piel, y extraigo de ti aromas de laurel al rozarte con prosa delicada. En las p ginas nieve de tu espalda Trazo adjetivos nutritivos y de miel. En los senos ovalados, d o fiel, Subrayo la ausencia de palabras. Hoy me ha dado por escribir, ya ves, Sin m quina, l piz ni ordenador, Borracho ante tus folios epid rmicos. Y a fe m a que ni antes ni despu s He percibido tanto resplandor, Ni hall versos tan altamente t rmicos. ........................ El cursi Homero cre a ver los dedos sonrosados de una tal Aurora cada vez que amanec a, seg n sus traductores. (Que vete a tu a saber). Al bruto de Shakespeare no le interesaban m s que los dramones y la sangre: los asuntos del coraz n. Era un sensacionalista de tabloide. (Brit nico, obviamente) El alucinado Cervantes cre a que leer era p simo para el cerebro y que hac a perder a los lectores la conciencia de los l mites. (Entre realidad y ficci n). (Etc.) ....................................... 23 florecillas po ticas de este tipo -o sea, cada una de su tipo- conforman esta publicaci n, tan breve como densa. Su autor, Braulio Llamero, ha cultivado la narrativa, el teatro y, sobre todo, la Literatura Infantil. Esta es la primera vez que publica algo po tico. M s informaci n en www.brauliollamero.com