Los primeros restos artisticos de la prehistoria son meras obras casuales y sin intencionalidad: son suplicas del hombre de aquellos tiempos a los espiritus benefactores; una demanda a los poderes divis para que beneficien nuestra fertilidad y con ella nuestra descendencia, pues nada hay mas importante que la progenie, ya que de ella depende la riqueza familiar y en ultima instancia la continuidad de la vida humana. Hasta esas fechas las suplicas en favor de una sana sexualidad seran ruegos habituales y algo natural en todas las religiones. Sin embargo la aparicion de una nueva divinidad llamada Yahve (propia del judaismo y cristianismo) rechazara el erotismo y lo condenara energicamente con la muerte: el Antiguo Testamento es muy claro al respecto. El arte cristia es impermeable a estas contiendas en las que la teologia se nutre de conceptos eroticos devenidos de la Antiguedad, por eso muchas obras artisticas cristianas evidencian influencias sexuales. Es por ello que a traves del arte podemos observar las relaciones entre la religion y el erotismo aun a pesar de la oposicion de la jerarquia. Este libro pretende explorar de forma interdisciplinar la relacion del arte cristia con el erotismo, y explicar asimismo por que el cristianismo absorbio tales concepciones eroticas del mundo paga. Para ello trazaremos un recorrido a traves del tiempo y veremos como el sustrato conceptual de las imagenes cristianas posee una esencia erotica y pagana.